
Uno de los aspectos más importantes al evaluar el país al que te mudarás es la atención médica, pues, sin ella, la calidad de vida podría estar en peligro. Estados Unidos no es la excepción, y sabemos que este punto es uno de los que más te preocupan como extranjero si estás pensando en vivir en cualquier localidad de este país.
Es por ello que hemos creado este artículo sobre cómo funciona el sistema de salud en Estados Unidos para responder algunas de las preguntas más usuales al respecto. El tipo de financiamiento, cómo acceder a los seguros médicos y cuáles son sus excepciones son algunos de los temas que desarrollaremos a continuación.
¿Existen hospitales gratuitos?
Queremos comenzar con una duda que es recurrente para quienes no han visitado USA, e incluso para aquellos que han estado durante algunos días en el país: ¿debes pagar para acceder a un servicio médico en Estados Unidos? A diferencia de lo que sucede en muchos países hispanos, la salud en esta nación siempre se debe pagar.
De hecho, nos atrevemos a decir que únicamente los casos de extrema emergencia (que sea visible y esté sustentada por diagnósticos médicos) pueden ser atendidos de forma «gratuita». Ponemos esta palabra entre comillas porque la verdad es que los gastos médicos siempre tendrán que pagarse, incluso después de que pase la emergencia.
No obstante, debemos destacar que el sistema de salud de Estados Unidos es uno de los que tiene mejores calificaciones en todo el mundo y, para mantener estos estándares, el gobierno se encarga de recaudar el dinero necesario (a través de impuestos, donaciones y demás actividades similares).
Encargados de la cobertura médica
Ahora que sabes que la salud de Estados Unidos no es gratuita, responderemos la pregunta que seguro te formularás de manera casi automática: ¿quién es el encargado de la cobertura médica en el país? Para dar una respuesta rápida, diremos que son los programas públicos, los seguros individuales o los empleadores.
El primero de ellos tiene que ver con una atención médica asegurada por el gobierno estadounidense y que, a su vez, está pagado por los impuestos y los otros recursos que mencionamos en el apartado anterior. Asimismo, dentro de este grupo también se incluyen las organizaciones sin fines de lucro.
Sin embargo, más adelante te hablaremos de los programas más populares y usados por los residentes estadounidenses. Por ahora continuaremos explicando las otras alternativas mencionadas, y se trata de las opciones privadas y, en la mayoría de los casos, las más costosas.
Dicho esto, a continuación te mostraremos otros apartados en los que detallaremos las características de estos sistemas de salud para que sepas, entonces, cuáles son las opciones que tendrás al vivir en USA.
Seguros médicos privados
Como ya mencionamos, el servicio privado se divide, a su vez, en 2: los seguros pagados por los empleadores y las empresas que son contratadas, de manera individual, por los residentes estadounidenses. Sigue leyendo para que conozcas mejor su funcionamiento.
Por empleadores
Antes de hablar de ellos debes saber que la mayor parte de la ciudadanía del país está asegurada por las empresas donde trabajan.
El financiamiento de este tipo depende de múltiples variables (y, por supuesto, es diferente en cada compañía), pero casi siempre los beneficiados son los que trabajan a tiempo completo. Asimismo, las reglas de los empleadores pueden cubrir solo al trabajador o, por el contrario, también pueden abarcar a sus familiares más cercanos.
Evidentemente, los montos que irán al seguro médico serán descontados, por parte, en el sueldo total de los trabajadores, y también es posible que una parte de sus impuestos estén destinados a las aseguradoras privadas que sirven a las empresas.
Contrataciones individuales
Entonces, ¿qué pasa con el resto de las personas que optan por los seguros médicos privados en Estados Unidos? Debes saber que este porcentaje es más bajo que el que acabamos de explicar, y uno de los motivos de esto son los altos precios que deben pagar los ciudadanos para acceder a estas pólizas.
Respecto al funcionamiento de este tipo de seguros, podemos decir que no varía mucho del resto del mundo. Asimismo, los habitantes que opten por esta alternativa podrán contratar una de las numerosas aseguradoras privadas que operan en USA, así como también tendrán que elegir el plan que más se adapte a sus necesidades y a sus presupuestos.
En ambos casos, las empresas de seguros médicos privados se encargarán de pagar a los proveedores de salud (médicos, paramédicos, enfermeras y el resto del personal), de manera directa, siempre y cuando el motivo de la consulta o de la emergencia esté cubierto por la póliza.
Programas de salud financiados
Ya que conoces cómo funcionan las aseguradoras privadas, es momento de que sepas en qué consisten los programas financiados por el dinero público. Lo primero que debes saber al respecto es que los habitantes igual deben cumplir con algunos requisitos para gozar de estos servicios.
Este punto es especialmente importante porque, a diferencia de otros países, no todos pueden acceder a este tipo de ayudas gubernamentales de manera sencilla. Dicho esto, te explicaremos cuáles son los sistemas de salud.
Medicare
Este programa de carácter federal es uno de los más usados por la mayor parte de los residentes del país con más de 65 años de edad. A ellos se les suma la población discapacitada, y en ambos casos los requisitos pueden cambiar dependiendo del plan exacto que se quiera elegir.
Debes conocer, entonces, que Medicare se divide, a su vez, en 4 partes, de las que te hablaremos a continuación.
- Parte A: a esta división de Medicare solo pueden optar las personas en el rango de edad que ya mencionamos y que, además, hayan contribuido durante 10 años (como mínimo) al sistema de jubilación estadounidense a través del pago de impuestos. No obstante, también es probable que otros adultos mayores elijan esta opción, pero tendrán que pagar una cuota para poder acceder a servicios hospitalarios, a atención médica domiciliaria y a los hogares para ancianos.
- Parte B: por su parte, esta división de Medicare funciona como un seguro médico complementario y voluntario, y quienes quieran acceder a él tendrán que cumplir con los requerimientos que explicamos en la parte A.
- Parte C: esta sección de Medicare podría considerarse una unión entre las 2 partes que ya detallamos, pero con algunas diferencias. Aunque también es un sistema de seguro voluntario, sus pólizas cubren únicamente evaluaciones de visión, audición y cuidados dentales. Además, los servicios son ofrecidos por aseguradoras privadas (aprobadas, claro está, por el Congreso para Medicare), que, a su vez, tienen total libertad de fijar sus propias cuotas mensuales.
- Parte D: la última parte que conforma Medicare tiene que ver con los medicamentos a los que el asegurado podrá acceder a precios más bajos o, dependiendo del caso, sin costo alguno. En este caso será obligatorio que el paciente tenga una prescripción médica para poder acceder a esta división de Medicare.
Medicaid
A diferencia de Medicare, las pólizas de Medicaid también son capaces de cubrir a otros tipos de población como las mujeres embarazadas y los niños. No obstante, se mantiene como una organización de naturaleza federal, aunque los estados también deben contribuir para el buen funcionamiento de la misma.
En este sentido, las personas que tengan ingresos más bajos que el promedio estadounidense y que, además, sean menos activos respecto al ámbito laboral son las que tienen prioridad en Medicaid.
A esta población se le suman otros grupos como las mujeres embarazadas y los infantes (que ya mencionamos), las personas con discapacidades y los padres con hijos que dependan de ellos. Eso sí, es importante destacar que el requisito principal para acceder a las atenciones de Medicaid es un certificado de pobreza.
Y aunque parece un requerimiento sencillo y accesible para todos, la verdad es que obtener esta certificación es un proceso complejo, con varios trámites y avales de por medio. Es precisamente por esto que, incluso, existen casos de personas con necesidades básicas que, sin embargo, no califican para Medicaid.
State Children’s Health Insurance Program
Este es otro programa que funciona bajo la unión del gobierno federal y el estatal, cuya fusión es la encargada de proveer seguros de salud (como su nombre lo indicia) a niños y, en algunos casos, a las embarazadas. Asimismo, uno de los requisitos principales de esta ayuda es que el infante no puede ser mayor a 19 años.
No obstante, este no es el único aspecto que se debe tener en cuenta, pues también será necesario determinar el nivel socioeconómico de los niños que ingresen a este seguro. Para ser exactos, el gobierno encargado de la elegibilidad de los beneficiarios tendrá que asegurarse de que sus ingresos son más altos que los permitidos por Medicaid.
Es decir, este programa no está destinado para niños que vivan en pobreza extrema, pero es fundamental demostrar que sus padres tampoco cuentan con los recursos necesarios para pagar un seguro privado.
Como es de esperarse, State Children’s Health Insurance Program tampoco está diseñado para infantes que disfruten de un seguro proveniente de los empleadores de sus padres.
Asimismo, los gobiernos también toman en cuenta la cantidad de niños que viven en un hogar para, posteriormente, determinar cuál es el porcentaje que podrán costear para acceder a los servicios médicos de este programa.
Tricare
El sistema de salud de Estados Unidos también tiene algunos planes que solo benefician a una parte de su población, como es el caso de Tricare. Este programa está especialmente diseñado para quienes prestan sus servicios al ejército estadounidense y, por supuesto, a sus familiares.
De manera exacta, los planes cubren a los hijos de los beneficiarios hasta los 21 años de edad, mientras que el límite para que los padres puedan disfrutar de los servicios de Tricare varían dependiendo del contexto.
No obstante, podemos decir que la reserva militar suele acceder sin mayores contratiempos a estos planes incluso después de que su servicio haya terminado (aunque existen algunas excepciones). Eso sí, lo más probable es que puedan disfrutar, de manera principal, de servicios especiales como los farmacéuticos y las consultas odontológicas.
Civilian Health and Medical Program of the Department of Veterans Affairs:
Como mencionamos en el apartado anterior, existen algunas excepciones para que las personas que prestaron servicio militar puedan acceder a Tricare, y precisamente esos casos son los que suelen estar incluidos en el Programa Médico y de Salud Civil de la Administración de Veteranos.
Para ser exactos, a este tipo de servicio médico ofrecido por el gobierno federal pueden optar los hijos, los cónyuges o los/las viudos/viudas del personal que haya sido seriamente afectado en combates de guerra.
Algunos de los contextos más comunes son los militares fallecidos, que hayan quedado discapacitados o mutilados como consecuencia de un enfrentamiento bélico. Es ahí donde el mencionado programa acoge a los afectados y a sus familiares después de, por supuesto, evaluar sus situaciones exactas y las ayudas que necesitan.
Excepciones
Aunque todas las alternativas que mencionamos anteriormente pueden parecer suficientes para acceder a la salud en Estados Unidos, la verdad es que muchas veces será necesario que los pacientes tengan dinero destinado para pagar cualquier eventualidad que les suceda.
Esto se debe a que, por ejemplo, los programas financiados por los gobiernos federales y estatales pueden ser rechazados por algunas empresas de salud privadas por varias razones. Las más usuales de ellas es que las tasas de reembolsos o los pagos de los servicios son demasiado bajos.
En el caso de las empresas de seguros médicos privados contratadas por los empleadores, pueden existir contextos en los que las compañías no ofrezcan una cobertura lo suficientemente amplia para garantizar la tranquilidad de sus trabajadores (y de sus familiares).
Ante estos 2 panoramas, la opción que parece más segura y completa tiene que ver con los seguros médicos privados que se contratan de manera individual. Aun así, con esta alternativa viene otro aspecto que podría ser un poco complicado: el porcentaje de habitantes de Estados Unidos que pueden costear estos pagos es sumamente bajo.
¿Dónde se presta el servicio médico?
Otra de las dudas más comunes tiene que ver con los lugares a donde podrías ir para recibir atención médica, y respecto a esto debes saber que —en la mayoría de los casos— los servicios primarios son los que funcionan de manera más complicada.
¿A qué nos referimos con esto? A que casi todos los centros especializados suelen preguntar antes si el afectado tiene cobertura en la atención médica primaria antes de atenderlos, y cuando la respuesta es negativa, es poco probable que reciban cuidados de este tipo.
Es por esta razón que los sistemas de salud que cubren este tipo de atención suelen ubicarse en las zonas más costosas de las ciudades, pues, ante cualquier emergencia, hay más posibilidades de que los afectados que asistan tengan cómo pagar los servicios médicos recibidos.
No obstante, debemos destacar la existencia de Patient Centered Medical Home, un modelo sumamente extendido por todo Estados Unidos que se encarga, principalmente, de una relación directa entre el paciente y los proveedores de salud elegidos.
Mencionamos este programa porque, en efecto, estos pueden funcionar en cualquier centro de salud, independientemente de su ubicación en Estados Unidos. Por ende, es una buena alternativa para las personas que no tengan seguros de salud privados, pero que necesiten atención integral.
Atención médica para extranjeros
Para terminar esta información sobre el sistema de salud en Estados Unidos, debes saber que los extranjeros también deben seguir algunas directrices para asegurar su bienestar en territorio estadounidense. En este sentido, queremos hablar, de manera específica, sobre los visitantes.
¿Por qué decimos esto? Porque, en el caso de los residentes permanentes, será necesario contratar un seguro de salud con los métodos convencionales que ya explicamos. Ahora bien, ¿qué pasa con los estudiantes o con los turistas? Te lo explicaremos a continuación.
Para estudiantes y turistas
Respecto al primer contexto, debes saber que, en la mayoría de los casos, no hay directrices exactas que exijan que los estudiantes deben tener un seguro médico, pero, como ya hemos explicado, este debería ser un elemento indispensable.
Es por ello que los portadores de las visas F-1 y F-2 podrían comprar los seguros médicos ofrecidos por las instituciones donde van a cursar sus estudios, aunque también es posible que contraten proveedores médicos privados. Por supuesto, todo dependerá del presupuesto del estudiante y de sus familiares.
Ahora bien, las personas que tengan visas J-1 y J-2 sí deben contar con un seguro de salud casi de manera obligatoria (lo que dependerá de las exigencias de sus empleadores o del gobierno de su estado). Eso sí, en ambos casos es elemental que el seguro de salud cubra todo el tiempo que se extenderá la estadía del extranjero.
Dentro de este último punto tenemos otra recomendación, y es que el inmigrante debe especificar que su seguro de salud se tendrá que alargar por más de un año si ese es el caso.
Esto se debe a que, en caso de que no determine el tiempo exacto que vivirá en Estados Unidos, después podría pagar costos más altos por renovación de las pólizas o —peor aún— podría correr el riesgo de pagar sumas totalmente exageradas de sus propios bolsillos para cubrir cualquier eventualidad.
Además, debes tener presente que los centros de salud estadounidenses podrían negar la atención médica si no ven un sustento por parte de una compañía de seguros o, en su defecto, en el presupuesto del afectado.
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